Formación, cuanto más mejor.
Está claro que nadie nace enseñado, pero también es cierto que el que no continua aprendiendo se estanca y acaba desfasado. Más en un mundo, como este de las nuevas tecnologías, donde cada día nos despertamos con nuevos avances que ayer apenas podíamos imaginar.
Desde mi perspectiva, con casi diez años de experiencia dando cursos a clientes, lamentablemente tengo que decir que es la gran asignatura pendiente de los clientes; eso sí, sin animo de ofender, pero sí de criticar positivamente. Cierto es que la práctica totalidad de los clientes solicitan y hacen cursos a la compra de nuestros programas, pero se olvidan de un pequeño detalle; nuestros programas están vivos y en continua evolución. Si bien el departamento de programación procura documentar todas las mejoras incorporadas con cada nueva revisión, no todos leen las novedades y, o bien no saben las mejoras de los programas, o se enteran por otros clientes, o en conversaciones con el departamento de soporte. La mayoría de las veces las mejoras son desconocidas o no se comprende su funcionamiento o finalidad.
Por ello resulta importante los cursos de reciclaje, donde partiendo de una base de conocimiento del funcionamiento de los programas, se profundizan más en estos, se ven las novedades y se puede pasar de la generalidad a la particularidad de trabajo de cada uno. Desde Ofimática se ha procurado facilitar la formación de los clientes, bien en cursos en nuestras propias instalaciones, bien en las de nuestros clientes, e incluso se organizan seminarios por zonas, donde reunimos a los clientes para presentar novedades y dar formación avanzada.
Cuando se realizan en nuestras oficinas, procuramos, lo que no siempre es posible, no mezclas clientes noveles con aquellos que ya tienen experiencia, para que ni los unos se sientan desplazados y sin acabar de enterarse, ni los otros se aburran viendo cosas que ya saben; porque el resultado es el mismo: se considera que se ha perdido el tiempo, y eso es lo último que se desea.
La otra gran pregunta es: una vez me decido por continuar formándome, ¿con cuanta frecuencia?. Bueno, la verdad es que no hay una fórmula exacta, ya que depende mucho de cada persona y de cada programa, no todos tienen el mismo ritmo de revisiones, pero si sería conveniente una vez al año o cada dos años.
Y esa es la cuestión. A vosotros, como clientes, os animo a pronunciaros sobre este tema: los cursos de formación y reciclaje, su utilidad o interés, si los preferís personalizados o en conjunto con otros clientes; aquí, en nuestras oficinas o en vuestra localidad, etc.
Saludos.
Ángel de la Torre