Esta mañana, como todo currito con ordenador, lo primero que me dispongo a hacer es recoger el correo electrónico, y empezar a separar el grano de la paja. Por si ya no tuviera bastante con ir tirando a la papelera todo el SPAM (correo basúra ) que intenta incansablemente venderme pildoritas azules , alargarme la hombría, invitarme al casino, o directamente intentar limpiarme la cuenta del banco a través del mail que te pide que les des tus claves y contraseñas (phising), del que ya os he hablado en anteriores post, ahora tengo hoaxes. Cual es mi sorpresa cuando me encentro la bandeja de entrada bombardeada me mensajes de amigos, conocidos, clientes, proveedores, avisándome de qué si me encuentro un teléfono móvil, o un llavero que ni se me ocurra cogerlo que es una campaña de ETA que pone explosivos que te pueden arrancar el brazo al cogerlo… Con toda la buena voluntad del mundo, me envían este mensaje para que esté alerta, pero no que no saben es que están propagando un bulo, una leyenda urbana, o como se denominan este tipo de mensajes: HOAX.
Un Hoax, (del inglés bulo, engaño…), es precisamente eso, un mensaje de correo electrónico, enviado con el fin de generar una falsa alarma en la población. Podemos clasificarlo como malware. El fin está claro, por un lado ver la repercusión que se le da al bulo que has creado, internet, radio, televisión, prensa. Este bulo en concreto surgió allá por el 2002, pero en aquella ocasión no se acompañaba del escaneado del comunicado. En aquellos años, las dimensiones de los móviles permitían llenarlos de pólvora y conectarles el detonador. Hoy en día, miro mi móvil y ahí dentro no cabe ni un “petardo de peseta”.
Todo bulo cuenta con una parte real, la del robo de los detonadores, que se produjo en el 2001. En aquellos años, el bulo provocó incluso la emisión de un comunicado oficial de la Policía Nacional. Os remito a la siguiente página del Ministerio del Interior: http://www.mir.es/DGRIS/Cronologia/2001/marzo.htm
Pero si os fijáis, en la redacción del comunicado pone textualmente “ …se están preparando atentados indiscriminados con los detonadores robados recientemente en Grenoble…” Hombre, reciente, reciente, no ha sido precisamente el robo, fué hace 6 años.
Por otro, el fin de lo hoaxes, no es tan lúdico, se trata de conseguir direcciones de correo electrónico útiles que a posteriori serán utilizadas para bombardearnos con Spam. Sólo tenéis que mirar cuántas direcciones de correo electrónico va arrastrando el mensaje que reenviáis a vuestros conocidos. La progresión es casi geométrica, en una semana un buen hoax puede llegar al 70% de los ordenadores del país, con lo que consiguen, sin llegar a contener código malicioso para la máquina, sobrecargar los servidores de correo electrónico, bajando el rendimiento de los mismos llegando incluso a bloquearlos.
¿Cómo podemos distinguir un hoax?
No hay una forma definida, ya que, depende de la astucia del que genera el hoax. En primer lugar, suelen advertirnos de grandes catástrofes, daños directos a nuestra salud, bolsillo, seguridad… Usualmente tienen una base real, ya que de lo que se pretende es que el incauto se lo crea y lo reenvie. Suele tener un asunto del tipo “Importante, lee esto” y suelen terminar con un “Pásalo a cuanta gente puedas”. Un hoax depende de que el usuario se lo crea y se reenvíe, con lo que podremos ver que es un hoax por la cantidad de “>>>>>” que contiene. No os dejéis engañar, ya que el hoax puede verse reforzado por el boca a boca para ganar credibilidad. Algunos incluso se montan vídeo que luego cuelgan en internet para darle veracidad al asunto. Os recuerdo el montaje del robo del asiento del escaño del presidente ZP.
Podemos decir que un Hoax es la versión actualizada de las famosas “cartas cadena” que anunciaban toda clase de desgracias a la persona que la recibía si rompia la cadena. Aún recuerdo el pavor alimentado por la superchería que invadía al destinatario de dichas cartas. Probablemente recordaréis algunos hoaxes como aquel de la chica secuestrada en un almacén de “chinos” para traficar con sus órganos, el de la leche en brick, que es reutilizada hasta 5 veces por las fabricas y que lo indican en los dibujitos en la parte inferior del brick, Aquel de la coca-coca y la pepsi envenenada por terroristas iraquíes, el de las dioxinas y los hornos microndas, el del que hay un numerito en nuestro DNI que índica el número de personas que se llaman como nosotros, cosa que es mentira, se trata de un simple dígito de control, aquel veranito de los aerolitos, etc, etc, etc…
No perdáis el tiempo, en leer estos mensajes, ya que todo esto contribuye a llenar de basura los correos electrónicos, pérdida de tiempo y de productividad para las empresas y de los servidores de correo electrónico. Y una regla de oro: No reenviar nunca un hoax. ¡Rompe la cadena!.
Jose Mª Iglesias.
josem@ofi.es